viernes, 5 de diciembre de 2008

triturator

Viendo el Doctor Coleta lo maravillada que me quedé frente a su trituradora de 600w con la que hace picadillo todas las verduras de Escocia y buena parte de Inglaterra, quería convencerme de que me comprara una. "Tu batidora, que es igual que la mía, se sentirá mucho mejor con este nuevo complemento" me decía con un brillo en la mirada. Buscó hasta en las páginas estas de compras de segunda mano... Pero no encontró ninguna.

Yo le decía que sí, pero en el fondo tenía mi corazoncito reservado para este aparatete que se pudría de asco en los armarios de la cocina de mi madre. Esta maravilla de los inventores de utensilios domésticos, que se hicieron muy conocidos en los años setenta, tiene una ventaja frente a la nave espacial de Culkin: funciona aunque se vaya la luz. Y no hay nada más romántico que picar la verdura a la luz de una vela. Sólo hay que darle de hostias a la parte de arriba y te lo pica todo en un momento. Y tiene su truco porque las cuchillas, por un sencillo sistema rotatorio, no están todo el rato en la misma posición, sino que van girando un poquito a cada golpe de mano. En su contra diré que el trasto tiene más años que Matusalén y las cuchillas están un poco desgastadas, pero por ahora me hace el apaño. Además es un buen método para calentarse las manos y evitar sabañones. Todo son ventajas!

1 comentario:

Neikos dijo...

Fijate que me lo encontré el otro día en el Ikea. Menos mal que ya sabía lo que era porque estuve a punto de regaláserlo a mi sobrino.