miércoles, 15 de octubre de 2008

Lentejas and the Borders

Ya os lo había contado antes, que desde hace algunos meses soy medio escocés. Un McDonald, como el amigo de Rotu y la Pícara. El caso es que el otro día llegó Lucha, una amiga de un amigo, obsesionada con las mónadas perfectas y con un papelito -volante los llama el señor B- en el que pedían cocineros para representar a sus councils en un programa de la tele. La tele, todo hay que decirlo, tiene el mismo logotipo que la inspección técnica de vehículos en España: itv.

Puestos a elegir un lugar podría decantarme por Edimburgo o pasarme directamente a elegir los Scottish Borders, donde mi hermana. Y no me dirán que no tiene mucho más caché, vamos, donde va a parar. Eso sí, mientras debatíamos sobre las virtudes de la cocina indígena, no nos pudimos dejar de acordar de que el domingo era San España. Dios mío! El día de la Hispanidad y yo bebiendo cerveza tibia! Nada, todos tranquilos, rapidamente organizamos una cena donde poder ensalzar los valores patrios. Aunque luego venga Rajoy y diga que es todo un coñazo. El menú: Lentejas, tortilla de patatas y pan recién hecho para poder saborear ese vegetal tan rico conocido como chorizo. Así aprovecho para seguir la línea de Rotu y recuperar nuestra cocina del terruño.

Ingredientes:
500 g de lentejas. Esta vez me sé la cantidad porque era el paquete entero.
Una lata de tomate triturado.
Una cebolla.
Como un tercio de cabeza de ajos.
Un trocete de chorizo.
Espinacas. Esto es opcional, pero así le da más cosilla.
Aceite de oliva en bastante cantidad. Como con el salmorejo, al poner mucho aceite le vamos a dar una alegría el plato digna de recordar.
Esta vez tenía un hueso de jamón que me enviaron por correo, así que a la olla!

Elaboración:
A estas alturas de la vida me da cosilla explicar como se hacen unas lentejas, pero estas navidades le dejé a Manwel un perol lleno que me lo agradeció eternamente. En fin, lo que yo hago es sofreir la cebolla con el chorizo en un chorro de aceite muy abundante. Digamos que en un vaso entero de aceite. Al rato le añadimos el tomate triturado y los ajos (enteros si queremos) y dejamos que se fría. El fuego fuerte, sin tapa, que haga chup chup y sin prisas. Cuando lo tengamos listo añadimos las lentejas, el agua (a ojo como siempre, vigilando que haya suficiente, pero que no queden muy líquidas), sal, laurel, tapamos y ale, a esperar un par de horas.

No suelo poner las lentejas en remojo la noche anterior porque se me olvida, pero es conveniente aunque no imprescindible. Por otro lado, cuando cocemos legumbres hay que tener un par de cosas en cuenta: con los garbanzos no debemos parar el hervor del agua nunca o se pondran duros. Con las alubias y fabes lo recomendable es controlar que el agua esté caliente pero sin que llegue a hervir. Y con las lentejas? Nada, sin problemas. Asi que si falta agua, pues se le pone más y listo.

Qué aproveche!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

tamos conectados, yo hice lentejas anoche, pa comerlas hoy, tu sabes q esto dl trabajo quita tiempo así q hay q cocinar el día anterior, y mm q buenas m quedaron, yo le agrego tomate fresco, acelga no tenia, pero si boniato (papa dl aire, q ta mu buena xq agarra el saborcito d las demás cosas)
ahhh tb hice una tarta q c llama pie de limón, es q cuando cocino hago hasta el postre :D

Neikos dijo...

Que apañada, jeje. Yo le echo patatas en lugar de boniatos, pero al final siempre se me olvida añadirlo media hora antes de apagar el fuego. Claro, como lo hago a ojo...

Cuenta lo del pie de limón, no?

elena dijo...

ayer en casa greñúa también hubo lentejas (qué conexión). fueron un poco improvisadas también y a falta de patatas llevaban setas shitake y morcilla que sobró de una barbacoa... buenísimas!

Neikos dijo...

Lentejas con shitake, dios mío, en ocasiones veo shitakes! Voto por la eliminación de los champiñones en las tiendas de barrio y la invasión progresiva de shitakes!