miércoles, 15 de octubre de 2008

Pan from the Borders

Para completar las lentejas anteriores preparamos un pan rico en casa. Aunque la gente no se pare a hacer pan esto es algo que no se debería dejar de hacer. Es fácil, está muy bueno, siempre queda bien.

Es tan fácil que no llega ni a receta. Lo que hago es juntar harina de cualquier tipo: harina de fuerza (de panadero de toda la vida), de trigo blanca, de arroz, de maiz, etc. Le añado la levadura, la sal (una cantidad apreciable, que uno se piensa que siempre es demasiada y en realidad se necesita bastante), un chorro de aceite y agua. Cuanta agua? Pues hasta que se forme una masa que se pueda manejar con las manos sin pegarse. Después de amasarla bastante se tapa con un trapo húmedo y se deja reposar una hora. Se amasa de nuevo y se le da forma a los panes. Para mi gusto mejor varios panes pequeñitos que uno solo grande. Se deja reposar otra hora y se mete en el horno: 200 grados (o sea, bastante alto), cerca de media hora o hasta que el pan esté dorado.

Los dos factores más importantes son la harina y sobre todo la levadura. Aquí no he encontrado aun una levadura fresca, pero en España la suelen vender en panaderías y en el Metadona, donde tienen de todo, junto a los yogures y demás cosas. El tema del amasado también es interesante: cuanto más caña le metas mejor. La levadura, que es muy suya.

Más experiencias:
Lo bueno de hacer el pan tú mismo es que puedes experimentar mil cosas. Si no haces locuras muy gordas, practicamente todo lo que pruebes estará muy bueno. Normalmente es mejor introducir los extras a la harina seca, antes de añadir el agua. Puedes ponerle mucho más aceite a ver qué tal sale. Puedes freir cebolla picada o unos tomates secos. Puedes echarle las semillas que quieras. Queda muy bueno añadir aceitunas negras, en cantidad apreciable. O, como te encantó la salsa de cacahuete del otro día, se te ocurre añadir un par de cucharadas de mantequilla de cacahuete. Todo a ver qué sale.

Lo que no sale, ya aviso, es poner cebolla o ajos crudos. Una vez lo hice y se me curaron todos los resfriados. Por dios, qué peste.

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