Resulta que venía yo pensando que últimamente voy de culo con la comida porque llego a mi casa cerca de las tres de la tarde y no tengo nada preparado. Antes, cuando era más pequeña (de edad, pero no de estatura) me planificaba muy bien. Con lo cuadriculada que soy y lo que me gusta rodearme de cacerolas, me escribía un menú para la semana, y he llegado a cocinar todo un domingo, congelando el resultado en fiambreras -que no tupperwares- para tener comida para toda la semana. Total que eso fue en una época de mi vida que para bien o para mal ya ha pasado.
Así venía yo, sorteando mierdas de perro por la calle Pavaneras, criticando mi falta de previsión, con más hambre que un perrete abandonado y al llegar a mi pequeño hogar ya tenía pensadas dos o tres comidas que iba a preparar esta tarde -y de paso me iban a solucionar más de un problema con ingredientes a punto de fallecer-. En estas estaba preparando una ensalada de emergencia, y se pone a llover como si se fuera a acabar el mundo. Es el problema de la mierda de clima de la Ciudad Pollo Frito, cuando llueve no es una lluvia fina que riega los campos, sino una tormentaca que termina con todas las cosechas. Total, que me enrollo más que las persianas, que viendo la lluvia repiquetear en los cristales he dicho "buen día para encerrarse en la cocina". Lo de encerrarse es un decir pero en fin, yo lo he dicho. Se lo he dicho a la nevera, que dice MV que con alguien hay que hablar y ahora mismo no hay otro ser vivo entre estas cuatro paredes.
Pero una nunca sabe cuando le va a llegar la hora y en el momento menos pensado se te tuercen los planes mejor preparados. La cuestión es que cortando la cebolleta y con las prisas, me he pegado un tajo en el dedo. Es muy desagradable ir dejándolo todo perdido de sangre y hay que tener cuidado si se tienen invitados y alguna enfermedad contagiosa. Yo por fortuna no tenía ni lo uno y creo que lo otro tampoco.
Así que se frustaron mis planes de tarde le lunes cocinando y a duras penas puedo escribir esta crónica con mi dedo amputado -este momento dramático me encanta-. Sin embargo, he descubierto la utilidad de unas tiras de sutura cutanea, que sirven para futbolistas agresivos y lanzadores de cuchillos estresados. Un consejo, los cuchillos son muy peligrosos, más si están afilados, tienes prisa y mientras cortas verduras estás pensado en otra cosa.
(Qué melancólica es la sintonía de Flor de Pasión)
Así venía yo, sorteando mierdas de perro por la calle Pavaneras, criticando mi falta de previsión, con más hambre que un perrete abandonado y al llegar a mi pequeño hogar ya tenía pensadas dos o tres comidas que iba a preparar esta tarde -y de paso me iban a solucionar más de un problema con ingredientes a punto de fallecer-. En estas estaba preparando una ensalada de emergencia, y se pone a llover como si se fuera a acabar el mundo. Es el problema de la mierda de clima de la Ciudad Pollo Frito, cuando llueve no es una lluvia fina que riega los campos, sino una tormentaca que termina con todas las cosechas. Total, que me enrollo más que las persianas, que viendo la lluvia repiquetear en los cristales he dicho "buen día para encerrarse en la cocina". Lo de encerrarse es un decir pero en fin, yo lo he dicho. Se lo he dicho a la nevera, que dice MV que con alguien hay que hablar y ahora mismo no hay otro ser vivo entre estas cuatro paredes.
Pero una nunca sabe cuando le va a llegar la hora y en el momento menos pensado se te tuercen los planes mejor preparados. La cuestión es que cortando la cebolleta y con las prisas, me he pegado un tajo en el dedo. Es muy desagradable ir dejándolo todo perdido de sangre y hay que tener cuidado si se tienen invitados y alguna enfermedad contagiosa. Yo por fortuna no tenía ni lo uno y creo que lo otro tampoco.
Así que se frustaron mis planes de tarde le lunes cocinando y a duras penas puedo escribir esta crónica con mi dedo amputado -este momento dramático me encanta-. Sin embargo, he descubierto la utilidad de unas tiras de sutura cutanea, que sirven para futbolistas agresivos y lanzadores de cuchillos estresados. Un consejo, los cuchillos son muy peligrosos, más si están afilados, tienes prisa y mientras cortas verduras estás pensado en otra cosa.
(Qué melancólica es la sintonía de Flor de Pasión)